Observar

Es curioso el abanico de emociones que se puede observar y sentir cuando vas en transporte público. No es algo que me pase siempre, depende del tipo de trayecto y de si decido ir absorta en mis temas. Aunque una no puede evitar fijarse aunque sea de forma inconsciente en los detalles que llaman más la atención.

Miro a mi alrededor y entre el túnel sin cobertura y las ventanas que muestran cómo el sol baña el campo mientras nos movemos, se pueden apreciar cierta gama de sensaciones que se entremezclan con las propias, solo te tienes que dejar llevar y mirar a tu alrededor sintiendo como formas parte del juego.

Una conversación entre amigos, bastante enérgica y absorbente. Muchos móviles y cascos con música en uso. Yo incluida. A veces añadir música al viaje lo hace todavía más interesante porque crea un ambiente propio.

Un grupo de amigas de unos 40 años hablando entre ellas, una se queja un poco y las demás la escuchan.

Algunas risas y carcajadas. Un trabajador arriba y abajo con tareas de mantenimiento. Alguna mirada de complicidad y consolas portátiles para pasar el rato de forma más amena. Realmente hoy en día tenemos un montón de formas y formatos con las que entretenernos.

Y entre todo esto, aparece una de esas emociones que tendemos a esconder. Y eso que es igual de válida y necesaria que las demás.

Veo las cejas, un poco fruncidas que entonces de repente se elevan, preocupación. Me entra curiosidad por saber la cantidad de pensamientos con sentimiento que suceden en su interior. La mirada perdida, que va de la nada al móvil y del móvil a la mano que está jugueteando con el pelo. Y de repente los ojos vidriosos.

Ahí se asoma la tristeza que pronto se convierte en un par de lágrimas cayendo discretamente, perdiéndose por debajo de la mascarilla. Me sabe mal y de golpe siento su tristeza sin saber que le sucede.

¿Le digo algo? Mascarilla abajo, pañuelo para limpiarse la pena. Mirada perdida.

Y de mientras el resto sigue con su baile, cada uno con lo suyo. Y yo aquí de mera espectadora, observando de forma involucrada, pero que cuando me baje dejaré atrás.