La frase que siempre llevo encima

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No soy fan de las típicas frases fáciles que nos pueden llevar al extremo del llamado positivismo tóxico. Pero en cambio, si que me gustan algunas frases que se pueden usar de forma positiva y común siempre que detrás de su lectura haya una reflexión de cual es su significado y no haya una obligación de estar siempre bien o obligarse a nada.

Y si habéis leído otras entradas anteriores como ésta: ¿Ya eres tú mismo/a? Estar en sintonía sabréis que me gustan mucho las frases que salen en algunas bolsitas de infusiones y té.

Hay una frase que siempre llevo encima, y la voy leyendo a menudo (la original está en inglés):

Celebra tus éxitos y tus fracasos: ambos requieren un gran coraje.

¿Te dice algo esta frase?

Hace años seguramente no me hubiera dicho mucho, una frase más del montón de frases motivacionales que existen en el mundo. Pero el día que cayó en mis manos me di cuenta que tenía razón, y que ojalá hubiera entendido esto de adolescente.

Un mensaje tan simple pero contundente como: Sigue adelante con tus proyectos y tus ideas. No pienses tanto ni te preocupes en exceso. ¡Hazlo! Requiere de gran coraje porque tanto si sale bien como si sale mal, señal de que estás en movimiento, lo estás intentando. Si lo sientes como un fracaso, aprenderás de ello, sabrás que por ahí no era y sigues avanzando.

Y entender esto verdaderamente cuando eres joven, me parece crucial ya que es de los momentos en los que puedes llegar a ser más vulnerable y también cuando no sabes hacia dónde vas con tus decisiones a futuro. Y puede llegar la parálisis por no querer tomar la decisión equivocada, porque si no parece que se acaba el mundo. ¡ Y no! Es precisamente el mejor momento para probar y ser valientes aunque de algo de miedo.

Pero una cosa es leer una frase motivante y la otra es entender cómo aplicar eso en tu vida, ¿no? Y no siempre es fácil, dependiendo de cómo eres y cómo es tu día a día.

Parálisis por análisis

También nos puede seguir pasando el resto de nuestras vidas, si estamos en momentos cruciales como pueden ser los cambios de profesión o tomar una decisión que cambia del todo tu vida. Y hasta en los más cotidianos.

Si eres una persona muy mental, que mira primero todas las opciones, y quiere estar segura del todo, eso hace que probablemente nunca termines de pasar a la acción, o bien tardes más de lo esperado. Entender este mensaje y aplicarlo es una gran liberación. Qué descanso saber que hemos venido a esta vida a equivocarnos algunas veces, y no pasa nada.

Para mí, leer esta frase es un recordatorio de que lo estoy haciendo bien, y que no deje de moverme por querer que las cosas sean «como deberían ser», porque eso es una falacia irreal. Lo real tiene barro, lluvia, sol y de todo.

No sólo sientas los fracasos como una derrota y frustración. Siéntete orgulloso/a de estar viviendo la vida y tomando tus propias decisiones.

Y como dice el famoso poema de Antonio Machado: Caminante, no hay camino, se hace camino al andar.

El camino lo haces tú, desde tus más pequeñas decisiones, hasta las más vitales.

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