Ahora que hace 2 años me enteré por primera vez de la posibilidad de ser una persona adulta con superdotación intelectual (alta capacidad intelectual) y poco después me realicé una evaluación para confirmarlo, he pensado sobre si vale la pena saber ya de adulto que tienes esta característica.
Desde mi punto de vista, creo que sí, vale la pena saberlo. Sobre todo sirve si haces algo con esta información y no te quedas quieto. Y si puedes, realizarte una evaluación que lo confirme.
Para muchas personas no será necesaria esa evaluación oficial por distintos motivos, pero si tienes dudas, tienes otras características que encajan con otras condiciones es necesario descartar, también si tienes ganas de confirmarlo de forma objetiva y usarlo para conocerte de forma más profunda, no lo dudes en animarte a dar el paso.
En mi caso y sinceramente, me cogió totalmente desprevenida. Aluciné pepinillos durante varias horas sin saber qué significaba eso, en esos momentos de mi vida o si era algo de debía buscar para saber más (en efecto, lo hice y no pude parar).
No era algo que se me pasara seriamente nunca por la cabeza, lo de entrar dentro de los parámetros que se establecen para ser considerada una persona ACI.
Si no llega a ser, porque cayó en mis manos por casualidad un informe con el resultado del Wisc de cuando tenía 4 años, hubiera seguido sin saberlo ni creerlo.
Aunque hubiera leído alguna vez sobre las características o algún medio hablara de ello, casi siempre leía algo como: “esas personas, que son superdotadas” que tienen una capacidad intelectual brillante, que se aburren porque ya se lo saben todo cuando van al cole, lo captan todo al vuelo, son súper capaces y casi no duermen por las noches, que van a la universidad con 10 años y además hablan 7 idiomas desde los 3 años, son el futuro brillante de nuestra sociedad.
Pues no, no me podía sentir identificada con eso, ya que, si bien acostumbro a ser más rápida a la hora de entender ideas, o tener mucha curiosidad, aprender bastante rápido en algunas ocasiones y hacer(me) muchas, muchas preguntas, juntamente con vivir en bastantes ocasiones la vida de forma intensa…esas descripciones no me representaban ni me representan tampoco hoy. Y creo que tampoco representan a la mayoría de personas del colectivo.
Pero al final, lo que vende, lo que llama la atención, son los casos excepcionales que terminan por convertirse en la idea general que cogemos de ese tema.
En cambió, sí que me sentí muy identificada con los factores más cualitativos y de rasgos de personalidad, cognición y emoción en cuanto empecé a leer sobre ello.
Porqué vale la pena conocer sobre tu alta capacidad intelectual siendo adulto
Tomaos esto como unas pequeñas generalizaciones que espero que puedan servir para la reflexión. Son situaciones aplicables no sólo al descubrimiento de la ACI, también a otras condiciones o planteamientos.
Una vez te enteras y empiezas a hacerte a la idea de qué va todo esto de las AACC (eso si llegas a la información adecuada y la que más te sirve, claro), inicias tu proceso de aceptación de este rasgo, que, de hecho, sigue siendo el mismo que antes. Lo que cambia es tu conciencia sobre ello en tu persona y la nueva información que vas a ir adquiriendo. Y ahí si que puedes llegar a ver una evolución con el tiempo.
En algunos casos, puede convertirse en toda una montaña rusa de emociones. El camino y las circunstancias no son las mismas para todos. A mí me sucedió de esta forma, fueron unos meses muy intensos y bonitos en cuanto a descubrimiento e indagación, a los cuales estoy muy agradecida.

Así que, vale la pena por el hecho de conocerte mejor a ti mismo. Al indagar y tener más información, puedes avanzar en el aspecto de tu desarrollo personal, para muchas personas es una forma de encontrar una de las piezas del puzzle que les faltaba para seguir avanzando a nuevos niveles y llevar una vida todavía más plena.
Enterarte de tu ACI como adulto, puede servir para completar partes de tu historia.
A menudo, hay muchas partes de situaciones pasadas que no tenían una explicación exacta. Integrar el conocimiento de la superdotación puede servir para volver a esas partes, entenderlas y conseguir paz y seguridad para poder vivir con un mayor conocimiento y tranquilidad tu futuro.
También puede servir para realizar el duro trabajo de superar algunos traumas o inconvenientes que nos siguen dejando anclados a situaciones y vivencias del pasado que nos pudieron marcar.
Y aprovecho para incidir aquí, que no todo lo que nos sucede tiene una explicación por ser una persona de alta capacidad. Es decir, no podemos atribuir todos nuestros problemas o este único rasgo, las personas somos mucho más complejas y debemos tener en cuenta esto a la hora de integrar la ACI como parte de nuestra historia una vez le pones nombre.
Es una oportunidad de ordenar y aceptar. De revisar, crecer y avanzar. Y a cada uno le lleva su tiempo, igual que cada uno tiene otros factores y vivencias que difieren del resto de historias.
Puedes obtener un perfil cognitivo actual
Como se trata de un rasgo que se evalúa mediante test psicométricos, cuando realizas las pruebas, a parte de confirmar esa alta capacidad y obtener un número de CI global, también obtienes puntuaciones de las distintas áreas que el test ha evaluado. De esta forma te puedes hacer una idea de cuales son tus puntos fuertes y débiles en las áreas . Para trabajarlos si lo deseas. Además, la evaluación también deberá ir acompañada de otras pruebas que el profesional crea necesarias, junto con una entrevista personal para conocerte a fondo.
También sirve para entender cuál es tu funcionamiento y grado cognitivo, pudiendo relacionarlo con tus vivencias, tal y como he comentado más arriba.
Puedes conocer personas afines

Aunque es algo que seguramente has ido haciendo de forma inconsciente a la hora de elegir tus amistades y entorno más cercano, entender que es la alta capacidad intelectual para ti, junto con un autoconocimiento mayor, puede servirte para entender y elegir de forma más adecuada las amistades.
Algunas personas terminan entrando en alguna asociación o grupos, buscando personas afines a sus características. Y si hasta ahora no elegías bien sin saber del todo el porqué, ahora tienes un dato más que te aporta valor a la hora tomar acción en tu vida.
Para entender y ayudar mejor a tus hijos
O tus futuros hijos, o tu familia. Porque muchos adultos llegan a la sospecha de la alta capacidad a través de sus hijos, conocerte a ti y lo que implica, es una forma de conocer mejor a tu hijo o de estar preparado en el futuro.
Si no hay hijos, también puede ser muy útil para tu familia, porque uno no nace con la ACI sin más, tiene un gran componente genético y es probable que la información y la comprensión que tú tengas de ello pueda ayudar a los que más quieres, incluyendo a tus amigos.
Ganas confianza, te puedes reafirmar y sacar mejor provecho
No siempre es fácil sentir que difieres de los demás y no saber el porqué, esforzarte en adaptarte y encajar. En algunas ocasiones puedes llegar a pensar que te sucede algo malo, siendo esto un gran lastre a lo largo de los años si no encuentras el motivo.
O peor, creer que la normalidad como algo real existe y esforzarte a ser lo que tu crees que es «ser normal», conllevando también a unas consecuencias nefastas.
Por eso, entender las características de la alta capacidad en todas sus formas (cognitiva, intelectual, de personalidad y comportamiento…) aunque ya seas adulto, te puede aportar una tranquilidad que no tiene precio.
No todas las personas nacen con la seguridad y la convicción o tienen la oportunidad de realizar el camino del crecimiento que les llegue a enseñar que sus diferencias no son malas, o qué realmente no pasa nada por ser uno mismo, la llegada del conocimiento sobre la ACI les va a abrir las puertas de este camino.
En resumen, siempre vale la pena responsabilizarse y profundizar en el autoconocimiento para ganar bienestar, y por lo tanto, conocer sobre tu alta capacidad intelectual, integrarlo de forma consciente si no lo sabías, forma parte del camino hacia una mayor libertad y superación.
Shhht…pero hoy esto no termina con la frase bonita del final, sigue leyendo…

A ver Anna, mójate un poco más y explica sobre ti
A mí me sirvió para casi todo lo que he escrito en esta entrada. Tenía una inhibición intelectual bastante elevada, debido a no conocer de forma consciente esta característica, lo que hizo que fuera de esas personas que pensaban que les sucedía algo malo y no sabían el qué.
¡No me reconocía aún realizando mis mayores esfuerzos durante años!
Era como tener una parte vital de mí misma encerrada, ignorada, por más que buscara la llave y me esforzara, me faltaba un «clic» vital. Era como no verme y por lo tanto estaba encallada en varios aspectos.
Eso no significa que no tuviera una vida normal, mi vida era (y es) totalmente normativa y con oportunidades pero siempre con esa sensación que me faltaba algo por conseguir entender.
Me doy cuenta que en mi caso, el conocimiento de la superdotación llegó cuando ya no lo necesitaba si o si para avanzar a nuevos niveles, ya había despegado después de tantos años de trabajo personal y cuando cayó en mis manos, fue la guinda del pastel para terminar de poner nombre y profundizar todavía más, iniciando además un camino apasionante e inesperado.
Y gracias a ello, me siento más libre, me he podido responsabilizar más, he podido entender mis disincronías emocionales y intelectuales del pasado y entender el presente. Me siento mucho mejor con todo mi entorno al comprender las diferencias y cualidades y además, he conocido a personas maravillosas.
Pero eh, eso no significa que sólo sabiendo sobre la ACI todo sea maravilloso y espectacular, el camino continúa y el trabajo siempre es necesario. Que la vida es la vida para todos 🙂
Estoy deseando leer vuestras experiencias.
¡Un abrazo!
Muy bonita, sensible y sincera confesión.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gràcies Anna, per compartir la teva experiència obertament 🙂 M’animo a compartir també una síntesis de la meva, per si ajuda algú:
Suscribo lo que comentas totalmente. A mí la evaluación me salvó de dos pesos con los que cargaba y me iban minando dolorosamente: 1) el autosabotaje derivado de tener una visión muy crítica y distorsionada de mí misma sumada a la hiperexigencia (—> gracias a esa «etiqueta» aprendí a reconocer y querer mis aristas, esas peculiaridades que me hacían sentir deformada y hostil a ojos de los demás); 2) la sensación de desconexión y aislamiento social (que persiste pero sin tanta culpabilidad ni frustración).
Dicho de otro modo, evaluarme me propició poder comprender que me sentía diferente y distanciada de «la gente» no por estar mal hecha, sino por articular mi existencia desde un paradigma, por así decirlo, diferente al mayoritario. Y que no pasa nada.
Ahora que he podido entender mejor qué me sucede, me he dejado de pelar tanto conmigo misma y de ningún modo amputaría esas aristas, como hace años trataba de hacer, incluso animada por terapeutas.. . ¡Para nada! Porque aunque a veces complican las cosas, no sabría vivir desde otro lugar ni de otra forma. Y qué, según lo mires, ¡a veces esas distorsiones pueden en realidad ser superpoderes! Y no hablo de talento ni excelencia, por supuesto 🙂
Hace falta derribar muchos mitos y malentendidos sobre las ACI. ¡Gracias por tus escritos!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Moltes gràcies per aquestes boniques paraules, com sempre, expresses amb una delicadesa i un amor que traspassen la pantalla. Una abraçada ben forta i gran.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias por tus palabras. Me paso la vida leyendo sobre este tema desde que hace un año le hicieron las pruebas de AaCc a mi hijo en un centro privado, un año dificilísimo porque ya tiene 13 años , y si no fuera bastante ,diferentes psicólogas y asociaciones a las que llamé para preguntar (porque no me creía nada) me aconsejaban lo primero que también las hiciera a mi hija, con 14 años este junio pasado me lo confirman. Me dicen que es hereditario y es muy probable que yo también lo sea ( te juro que escribo esta frase y la inseguridad se me apodera) he consultado a 2 psicólogas y 1 psiquiatra de un centro de AaCc para adultos, en varias ocasiones me dicen que solo con leer un poco y hablar conmigo ya intuyen algo, que me haga las pruebas. Mientras con tanta lectura e información por mis hijos empiezo a ver qué yo también empiezo a ser capaz de ver ciertas características en algunos alumnos,( soy profe de música de una academia,) que encima me confirman los padres que les han tenido que hacer las pruebas y efectivamente AaCc. Aquí no termina la cosa, a mi sobrina de 5 años tenía que girarme para no verle las características, no me atrevía a hablar con nadie pq pensarían que estaba loca. Cuál fue mi sorpresa cuando me llama mi hermana el último día de curso para decirme que la profe de su hija le ha dicho que sería conveniente hacerle las pruebas de AaCc para el curso que viene porque la niña tiene ciertas actitudes. Nunca hablé con esa profe no nadie le había dicho nada. Me puse a llorar. Sigo sin habermelas hecho porque quiero intentar creer que no me hacen falta saberlo para ser la misma y creer en mí. Pero es que … Es una montaña rusa. Solo quería compartirlo. Gracias. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola, gracias por compartir tu experiencia en este espacio. A menudo sucede, cuando conocemos sobre la ACI, nos identificamos y nos informamos, ligamos muchas cosas y podemos empezar a ver rasgos que identifican a las personas de nuestro entorno. Me pregunto porqué te tienes que hacer creer que no te hace falta saberlo, al final es una decisión a tomar donde lo mejor es que lo valores, sea la decisión que sea. Lo importante es que estés bien, un abrazo muy grande.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pues mi experiencia de pequeña fue que el mundo era un lugar maravilloso lleno de posibilidades pero estaba sola en él por que nadie me seguía el ritmo ni el rollo total que siempre he llevado.
He amargada varios años por no entender que pasaba, por que los demás eran tan insensibles, o siesos, o lentos si yo vivía a fuerza de queroseno 24/7.
Conforme voy alcanzando mis metas y entendiéndome me va dando más igual lo que los demás entiendan de mi.
Por supuesto amistades pocas y relativas, primando las aprovechadas. Pero como siempre he tenido muchas aficciones y buen talante no he dejado de hacer cosas y conocer gente.
Soledad si, fascinación por todo también. Lo cambio por la neuro normalidad? No, me gusta apreciar todos los grises y pagar el peaje de ser un bicho raro. Además, lo vivo todo muy intensamente y quien quiere burlarse acaba con el culo torcido mas pronto o mas tarde.
Es crucial encontrar a un profesor o un mentor que te entienda y alimente tu insaciable apetito por el conocimiento poniendo orden.
Supongo que cada uno lo vive de una manera.
A raiz de la evaluación de mis hijos se me ha hecho la luz; y estoy muy agradecida.
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Hola! Que gusto leerte, me alegro de saber de tu experiencia, tan enriquecedora y llena de aprendizaje. Estoy totalmente de acuerdo con lo que comentas y con el hecho crucial de encontrar un mentor que te entienda y te ayude si es necesario a seguir el camino sin perderte. Un abrazo
Me gustaMe gusta